Contratos por Diferencia (CFD): una oportunidad para el sector energético

Por Gabriela Mancero para El Colegio de Abogados de Minas Petróleos & Energía

En el contexto colombiano, los Contratos por Diferencia (CFD) pueden ser una herramienta clave para incentivar la inversión en energías renovables y estabilizar los precios de la electricidad.

Regulación de los CFD en Colombia

En materia financiera, el Contrato por Diferencia (CFD) es un contrato de derivados financieros. Puede celebrarse sobre una serie de productos diferentes. Los mayores mercados de productos financieros CFD son los swaps de divisas y de tipos de interés. En los contratos de derivados no se negocia el bien real, en términos financieros: el subyacente. La transacción es puramente financiera. En los contratos CFD, se establece un acuerdo entre dos partes para intercambiar pagos en función del precio de un subyacente.

El Banco de la República de Colombia es la autoridad reguladora en materia cambiaria. Como tal, se encarga de supervisar el mercado transfronterizo colombiano de derivados y el mercado local de derivados relacionados con operaciones de divisas. Los CFD se definen generalmente como productos derivados que permiten a los inversores tomar una posición sobre los cambios de valor de un activo subyacente.

En Colombia, los CFD son contratos atípicos, no regulados por la ley. No obstante esta naturaleza, el Banco de la República ha clasificado los CFD por interpretación como derivados financieros. Las inversiones pueden realizarse tanto con agentes locales como extranjeros habilitados como los denominados agentes extranjeros autorizados o Dealers o Market-Makers «online» según lo permite la regulación local.

Los agentes del exterior autorizados para realizar operaciones de derivados con residentes colombianos son aquellas entidades no domiciliadas que hayan realizado dichas operaciones en el año inmediatamente anterior por un valor nominal superior a USD 1.000.000.000. A pesar de dicho requisito, los residentes colombianos y no una entidad gubernamental en Colombia, son los responsables de la adecuada evaluación del cumplimiento de este requisito por parte de los agentes del exterior.

En los contratos de derivados no se negocia el bien real, en términos financieros: el subyacente. La transacción es puramente financiera.

En Colombia los CFD pueden ser utilizados para proporcionar precios estables a largo plazo para los productores de energía renovable, protegiéndolos de la volatilidad del mercado eléctrico. Estos contratos permiten a los productores vender su energía a un precio fijo acordado, mientras que el Estado o una entidad reguladora asume el riesgo de las fluctuaciones del mercado. Son los movimientos del precio del subyacente los que desencadenan los pagos entre las partes del contrato sin que el bien real cambie de manos, es decir, sin entrega física ni transferencia de la propiedad de la electricidad. Estas operaciones se realizan con margen, lo que implica la entrega periódica de dinero al agente para que pueda seguir negociando. Los CFD también pueden utilizarse para proteger a los consumidores de los altos precios de la electricidad.

Se citan algunos ejemplos a nivel internacional, del uso exitoso de CFD en energías renovables:

1. El Reino Unido ha sido pionero en la implementación de CFD para energías renovables. En la última ronda de subastas en 2017, dos proyectos de energía eólica marina se adjudicaron en la modalidad de contratos CFD a 57,50 libras/MWh (64,10 €/MWh), lo que representó una reducción del 50% en los costes de los contratos adjudicados 30 meses antes.

2. La Comisión Europea ha propuesto una reforma del mercado eléctrico que incluye la implementación de CFD bidireccionales para nuevos proyectos de electricidad renovable y centrales nucleares. Estos contratos permiten que, si los precios de mercado caen por debajo de un umbral acordado, el Estado compense al productor y si los precios superan ese umbral, el Estado capture los ingresos excedentes.

3. En España los CFD se utilizan como parte de las subastas de renovables para asegurar precios estables a largo plazo para los productores de energía renovable. Estos contratos son asignados mediante subastas competitivas, donde los productores ofrecen el precio más bajo al que están dispuestos a vender su energía. Estos ejemplos muestran cómo los CFD se consideran cada vez más el método preferido para incentivar la inversión en proyectos con bajas emisiones de carbono y en nuevas tecnologías, lo que llevó a que un modelo del tipo CFD bidireccional sea el mecanismo de mercado recomendado para los contratos que se suscriban en la Ronda Colombia Eólica Costa Afuera liderada por la Agencia Nacional de Hidrocarburos ANH.

Al diseñar los CFD, los reguladores suelen perseguir dos objetivos generales: primero incentivar la inversión en renovables de acuerdo con los objetivos políticos de sus planes de desarrollo, y segundo, integrar las renovables en los mercados energéticos con la menor distorsión posible. Al mismo tiempo, el desarrollo del sistema energético debe seguir los principios de seguridad de suministro y minimización de costos. Los Contratos por Diferencia pueden desempeñar un papel crucial en la transición energética de Colombia, proporcionando estabilidad de precios y fomentando la inversión en energías renovables. Con un marco legal adecuado y procedimientos transparentes, los CFD pueden ayudar a Colombia a alcanzar sus objetivos de sostenibilidad y seguridad energética.

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